domingo, 21 de junio de 2020

Nuevo mundo

En la espera está la fragilidad del tiempo. Vivir el momento es para mi la mejor medicina. Esa que cuando la ingieres te da adrenalina y sientes que corre por tus venas. Entonces, aparecen las alas que se desplegan de par en par preparadas para jugar kon el viento y transportarnos a otro nuevo mundo. Un mundo repleto de respeto, valor sagrado y superior al resto, no hay valor igual. Lleno de personas humanas konviviendo, verbo descatalogado y kadukado donde los haya en nuestro mundo. En el nuevo mundo habría paz, nombre imposible e inimaginable en nuestra aktualidad. Las personas tendrían libertad, koncepto extinguido y prehistóriko hoy en día. Podrían decidir qué hacer, dónde ir, kon kien vivir, en definitiva, ser personas libres. No existiria la moneda ni la desigualdad. No podríamos komprarnos nuestra libertad los unos a los otros. El tiempo sería nuestro y libre totalmente, sin costes ni suplementos, ni nada. Totalment gratis. La amabilidad de la gente reinaría en nuestro nuevo mundo y de ahí saldría nuestro poder. La esperanza no existiria porke todos y todas viviríamos konsiguiendo nuestro deseos. Aunke komo todo nuevo mundo también estaria regido por el tiempo, palabra tabú dónde las haya. Afortunadamente, las personas del nuevo mundo karecen del miedo para kuando deje de latir nuestro reloj. Así sería mi nuevo mundo, sobrado de deseos kumplidos y lleno de verdades en el korazón de las personas.