HASTA MAÑANA
El amor es como un valle en calma,
huele a suspiros de almas vivas
que se encuentran en nuestros cielos.
Los cielos son melodías guiadas por corazones,
completos en todo su esplendor.
Llenos de canciones.
Las canciones son la magia de la vida.
Magia que se va despertando día a día,
con nuestros deseos.
Los deseos son el destino forjado por nuestras
palabras,
llenas de enseñanza.
Repletas de historias.
Las historias son libros, nacen, se reproducen y
mueren.
Sus guerras nos llevan a la locura.
La locura es universal, no entiende de raza, sexo o
religión.
La demencia es la represión de un sentimiento.
Los sentimientos nos ayudan a crecer, a mirarnos y a
saber mirar.
Son la llave de nuestra caja fuerte.
La caja fuerte tiene agujeros negros invisibles, nos
llevan al poder.
El poder es nuestro enemigo, nos despierta la parte
oscura de nuestra alma,
nos dirige hacia la maldad.
La maldad nos encuentra sin motivos,
nos arroya hacia lo macabro.
Triste final del mundo.
El mundo nos convierte en hormigas,
marabuntas sin rumbo fijo.
Tsunami impredecible.
Lo impredecible es el propulsor de la vida,
sorpresas que nos iluminan los sentidos.
Ilusiones.
Las ilusiones son alegrías incontroladas,
el agua que nos falta para vivir.
Mares infantiles.
Los mares son el principio y el final de la vida,
paisaje insustituible de nuestro querer.
Belleza sin igual.
La belleza es el amor que no se ve,
la lucha de la humanidad.
Razón sin sentido.
El sentido es la meta de nuestro camino,
trazado por la amistad.
Sentimiento inexplicable.
El amor es todo,
nos acaricia en nuestro trayecto
y nos eleva hacia las nubes.
Mireia Bonamusa Gea.
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